martes, 24 de julio de 2007

CARTA

Es muy difícil para mí expresar lo siguiente, espero me salga más o menos bien y claro:

Nietzche escribió alguna vez: << “lo hice” dice la memoria, “no pude tenerlo” dice el orgullo y permanece implacable. Finalmente vence la memoria.>>

Puedo estar atemorizada de mis fallos, puedo reprimir el recuerdo de las acciones de las que me avergüenzo, pero soy responsable de las consecuencias de mis deseos, elecciones y acciones; negar un hecho, no lo borra. Es por esto que te escribo.

No me acuerdo de algunas cosas, lo reconozco, pero me refrescaste las necesarias para aceptar mi error.

Me encantaría borrar lo acontecido; es imposible y a lo mejor irremediable, por eso me remito a lo posible; esta carta.

Le huyo al rechazo y me muero de miedo de él, por eso lo provoco, lo acepto.

Reconozco que soy intensa, con una insaciable demanda de atención, rodeada de personas que me la otorgan todo el tiempo, lo cual no hace que yo este bien.

Realmente eres una persona que tiene mucho valor en mi vida, no tengo la menor idea del cómo pasaste a serlo y a formar parte de, pero lo hiciste.

Pienso que personas como tú las quiero siempre, no quiero perderte en ningún sentido.

La amistad es un valor puro y significante para mí, que vale la pena cultivar y fomentar, gente como tú no me la topo a diario.

Tienes razón, active un botón rojo, realmente insoportable para ti.
Me apena muchísimo y me avergüenza demasiado.

No puedo hacer más otra cosa que reconocerlo, disculparme y esperar que los tejidos se regeneren, bueno no esperar, buscar que se regeneren (de mi parte).

Entiendo si te parece injustificable, insoportable, incurable e insuperable, pero es que no podría vivir con el sentimiento de desidia, de pretender que no tiene importancia para mí y no hacer nada al respecto, pues si tiene mucha importancia para mí, no te quiero, ni pretendo perder (claro si sólo de mí dependiera).

Me encantaría formar parte de tus recuerdos agradables, de tu vida y que si pudieras lograras aceptar (aceptar no significa gustar, ni soportar) y me dieras la oportunidad de demostrarte que los errores se pueden arreglar. Que no existe la incompatibilidad, sino la falta de comunicación, de negociación, de voluntad.
Que si no hubieran diferencias no existirían las dificultades, y que la amistad puede crecer.

Me pasa que no supe como reaccionar, que no se como comportarme contigo, que me encanta tu amistad, que me confunde mi deseo de agradarte, que te has dado cuenta antes que yo, que como pareja nunca la haríamos; pero también he comprendido que podríamos construir algo mejor, una amistad; una amistad cómplice de ideas, de momentos, de pensamientos, de aventuras.

Bueno te dejo con una poesía de Benedetti maravillosa.

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Creo que si releeo esta carta no te la envío

M.A.A.

07/06/2007

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